sábado, 21 de mayo de 2016

ESCACES DE ALIMENTOS EN VENEZUELA

Venezuela, el país de la abundancia petrolera, se enfrenta desde hace años a largas colas para conseguir leche, aceite, harina o medicamentos, sufre cortes diarios de electricidad y agua y sus habitantes se lo piensan mucho antes de visitar ciertas zonas por la inseguridad y la escalada del crimen. «El país se enfrenta al empobrecimiento creciente de su población por la aceleración de la inflación, el desabastecimiento, el deterioro de los servicios públicos y la caída sostenida de la actividad productiva», señala un reciente informe de la Academia de Ciencias Económicas venezolana. Pero, más allá de informes y cifras, es el testimonio de los venezolanos el que nos describe la imagen más descarnada de la crisis sufrida por el este país.

Carolina Velásquez es un ama de casa de cuarenta años, vive con su esposo, vendedor de verduras, y sus dos hijos en los alrededores del popular mercado Guaicaipuro. La conocimos en una larga cola donde llevaba más de cinco horas para comprar toallas sanitarias, harina de maíz y jabón para fregar. «Somos gente trabajadora, no somos ricos, pero en toda mi vida solo había hecho cola para pagar y ahora tengo que hacer cola para ver si logro comprar», señala indignada mientras a nuestro lado se oye un grito de indignación: «¡Se acabó la comida!».

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